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Transporte refrigerado

Incluso antes de la invención de los contenedores refrigerados, era posible transportar alimentos fácilmente perecederos y otros productos sensibles a la temperatura adecuada en recipientes refrigerados a largas distancias. Sin embargo, el envío como carga individual tenía numerosas desventajas. Los productos no estaban adecuadamente protegidos contra el robo ni el clima.
La idea de utilizar algún tipo de contenedor de envío no era completamente nueva. Ya a finales del siglo XVIII se habían utilizado cajas similares a los contenedores modernos para el transporte combinado por ferrocarril y caballo en Inglaterra. Incluso antes se habían conocido sistemas de ese estilo en el comercio marítimo de China y Japón. Sin embargo, suele darse la fecha de 1955, y el nombre del empresario Malcom P. McLean, como el que inició el proyecto de transportar remolques de camiones enteros con su carga aún dentro. Se dio cuenta de que sería mucho más simple y rápido tener un contenedor que se pudiera levantar de un vehículo directamente a un barco sin tener que descargar primero su contenido.

Para qué sirven los contenedores refrigerados

En solo unos años después de su invención, el contenedor de carga se había convertido en un gran éxito, ya que podía reducir los tiempos de envío, al acelerar el proceso de carga y descarga de carga, y mejorar la utilización del espacio en barcos y puertos.

Pero incluso con todos sus beneficios, el contenedor tenía una deficiencia importante: no podía usarse para transportar mercancías sensibles a la temperatura.
Esta deficiencia obligó a los ingenieros a volver a la mesa de dibujo creando el primer contenedor refrigerado (reefer) en los años 60. La adición de capacidad de enfriamiento hizo al contenedor de transporte aún más versátil, permitiendo asumir carga sensible a la temperatura tales como verduras, frutas, productos farmacéuticos, plantas, carne, huevos y otros muchos productos que se fueron añadiendo a la lista con el tiempo y las mejoras sucesivas en el sistema de refrigeración.

La gran ventaja de los contenedores refrigerados sobre los buques refrigerados radica en su flexibilidad y la posibilidad de mantener la cadena de refrigeración incluso en la carretera, el océano o el ferrocarril. Desde el principio, como con otros tipos de contenedores, se utilizó una cuadrícula de 20 pies (1 pie = 0.3048 metros). Por esta razón, hoy en día se utilizan contenedores con una longitud principalmente de 20 o 40 pies.

contenedores refrigerados, usos y aplicaciones

Tipos de contenedores refrigerados

Básicamente podemos encontrar 2 tipos de contenedores refrigerados. Uno es un contenedor isotérmico que sirve para mantener la temperatura y, de ese modo, conservar intacta la cadena de frío. El otro tipo es un contenedor frigorífico que permite regular la temperatura interna y adaptarla al tipo de mercancía que se transporte, cuentan con un sistema propio de conservación del frío o el calor y un termostato.

Entre los contenedores frigoríficos hay también un tipo más básico que requiere estar conectado a una planta refrigerada donde el aire se enfría antes de ser bombeado al contenedor. Estos contenedores tienen dos orificios en la pared posterior para ventilación; por eso también se refieren a ellos como contenedores de ojo de buey. Desde los orificios, se bombea aire frío al recipiente y se evacua el aire caliente para mantener el contenido a la temperatura deseada. El uso de este tipo está disminuyendo a medida que las empresas cambian a los modelos más avanzados.

Se usan más profusamente los contenedores integrados, es un tipo más sofisticado que cuenta con un sistema de enfriamiento integrado. Este sistema ha hecho que el contenedor de envío moderno sea más independiente, lo que facilita el cambio entre diferentes modos de transporte. La versión más nueva se puede mover fácilmente del mar al ferrocarril y viceversa sin complicaciones.

Ambos tipos mantienen frescos los productos dentro de ellos al hacer circular aire frío. Se bombea aire frío en la parte inferior de la unidad que circula sobre y a través de los artículos antes de salir del contenedor a través de otra abertura en la parte superior de la unidad de regreso al sistema de refrigeración.

Los reefers integrados cuentan con un mecanismo de refrigeración que es autoalimentado o accionado por puntos de alimentación externos en muelles, barcos y bases de mercancías.
Hay algunas opciones diferentes disponibles para mantener los artículos frescos mientras se transportan, pero este tipo de contenedores se consideran los más versátiles y confiables. La unidad es un contenedor independiente y se puede usar en cualquier lugar donde pueda encontrar el espacio para colocarla. Puede ejecutarlo con electricidad o usar el generador para un uso a corto plazo en el sitio.

Empresa de contenedores refrigerados en Alicante

Si necesitas transportar grandes cantidades de alimentos o productos sensibles al calor a un destino y asegurarte de que llegue en buenas condiciones, entonces los contenedores refrigerados son la mejor opción. Los sistemas de refrigeración que se usan en los contenedores en la actualidad son extremadamente precisos y confiables. Cuando se envían, los contenedores también son monitoreados de cerca por el personal de envío. Además de comprar una unidad de refrigeración para su uso, también es importante contar con un servicio de instalación y mantenimiento profesional.

Contáctanos sin compromiso para analizar qué opciones de refrigeración son las mejores para tu caso.

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